El difunto comandante eterno siempre nos habló
de un fantasioso mundo multipolar en contrapartida al mundo hegemónico
capitalista. Alimentaba su equivocada teoría con las emergencias de economías
como la de China, Rusia, India, entre otras. Ignoraba el dicharachero de
Sabaneta que todas esas economías consideradas por él como opciones distintas
al capitalismo hegemónico, eran igualmente capitalistas, y en algunos casos practicantes
del capitalismo salvaje.En ese afán por impulsar su fantasía multipolar y
renunciando a la soberanía nacional los regímenes del fallecido tte coronel y del
inefable Maduro han entregado nuestras riquezas a transnacionales rusas,
iraníes, hindúes, pero en especial a empresas Chinas.
A pesar de toda la falaz retórica del tte
coronel en cuanto a las bondades del socialismo chino, vale recordar que a
partir de la muerte de Mao en 1976, tras intensos conflictos políticos y
sociales, se iniciaron una seria de cambios económicos que fueron propiciados
inicialmente por Zhao Siyang, y continuados por Den Xiaoping, Jiang Zeming y
más recientemente por Hu Jintao. Cambios que permitieron la llegada masiva de inversiones
extrajeras al país, dando inicio a la restauración de un capitalismo salvaje al
cual llaman engañosamente “socialismo de mercado”. La realidad es que en la
China de hoy no queda absolutamente nada del socialismo del pasado con todas
sus imperfecciones y deficiencias. En la China “socialista” de la cual hablaba
el vocinglero de Miraflores, los trabajadores tienen las jornadas más largas,
los peores salarios y los menores derechos sociales y laborales de todos los
trabajadores asiáticos. El "socialismo de mercado" ha sido la excusa que
ha utilizado la élite gobernante de ese país para justificar el
capitalismo-autoritario del Estado chino. Esta es la realidad más allá de las fantasías
del comandante galáctico y de otros sectores afines al régimen que siguen
viendo al modelo chino como ejemplo a seguir para la construcción de una sociedad
más justa y equitativa.
El Estado chino como parte de su política
expansionista ha estado en la búsqueda de materias primas para alimentar su
inmensa economía. Ello explica la firma del acuerdo entre la corporación Citic
Group y el Estado venezolano (09/2012) la cual estipula el asentamiento de 27
campamentos geológicos ubicados en 12 estados del país, durante 5 años, a fin
de generar los mapas para planificar la minería de la nación. El acuerdo
establece estudios geoquímicos, de investigación y evaluación de recursos
minerales, con énfasis en Guayana y los Andes, exploración y cálculo de
reservas de hierro, oro y bauxita (en Bolívar); fosfato (Táchira, Mérida y
Falcón) y cobre (Táchira). Labor que por ley le corresponde realizar al Estado
venezolano por su valor estratégico, como además lo establece el artículo 117
de la Ley de Minas de 1999. Además, es insólito que una nación le pida a otra
que se encargue de la exploración de su territorio. Es un acto contrario a la
soberanía nacional, de la cual tanto habla el fachochavismo, porque se le esta
entregando la exploración de nuestro territorio a un país extranjero. Citic
Group ha expresado su interés en participar en la explotación del coltán,
bauxita, hierro y fosfato y ya participa en la explotación de oro y cobre de
Las Cristinas, la reserva aurífera más grande del país.
Los capitalistas chinos han entendido que más que arriesgarse
montar complejos industriales o empresas productivas de bienes y servicios, es
mucho mejor participar en la especulación financiera. Por ende, el mercado
financiero internacional se ha ido constituyendo como motor y pilar del
capitalismo salvaje chino. Prueba de ello ha sido la línea crediticia, por más
de $54.000 millones, que el imperio asiático le ha concedido al Estado
venezolano. Esta leonina línea crediticia creada en el 2007 ha estado alimentando
al inauditable Fondo Chino-Venezuela cuyos recursos debían de ser administrados
por el Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes) y direccionados a
proyectos habitacionales, automotrices, agrícolas, eléctricos, tecnológicos, de
transporte y comunicaciones. Sin embargo, la realidad es que dichos fondos han
sido manejados tanto por el tte coronel como por Maduro con una gran discrecionalidad.
Préstamos que estamos garantizando con crudo que aún se encuentra en el
subsuelo y que pagaremos igualmente con hidrocarburos en los años por venir. Venta
que se hará a un precio preferencial de 40-45 dólares por barril, mientras que
el mismo se cotiza actualmente en el mercado internacional entre 95-102 dólares
el barril. Además, el uso de estos
recursos crediticios nos obliga a comprar a China los insumos necesarios para
la realización de los proyectos contemplados en el Fondo. Es así como el
régimen de Beijing se ha asegurado de un significativo suministro petrolero a
futuro a precios por debajo del mercado internacional, consiguiendo al mismo
tiempo incrementar sus exportaciones de maquinarias, bienes de consumo
intermedio y final, con lo cual estimulan aún más su pujante economía.
Adicionalmente, el gobierno chino también ha
realizado importantes inversiones en el área de petróleo y derivados. Gracias a
la aprobación de las nuevas Leyes Orgánicas de Hidrocarburos Gaseosos del 1999
y la de Hidrocarburos del 2001, las cuales sentaron las bases para el inicio de
la desnacionalización de PDVSA, así como la de una mayor participación de las
empresas extranjeras en el negocio petrolero nacional, el Estado venezolano y
el gobierno chino han creado varias empresas mixtas destinadas a la explotación
petrolera. Empresas como Sinopec, Petrozumano, Petrourica y Petrosinovensa, y
Petrosino son algunas de las muchas empresas mixtas con capital PDVSA y China
National Petroleum Corporation (CNPC) que operan en la faja bituminosa del
Orinoco bajo la mirada complaciente del régimen. CNCP es la compañía madre de
Petrochina, y constituye la segunda petrolera mundial en términos de capital.
El área agrícola también es víctima de la
voracidad del capital asiático. Allí también los chinos están haciendo
inversiones. Seis convenios entre el Estado Venezolano y los capitales chinos
se han firmado hasta el presente. Hoy el capital asiático está participando en
el cultivo de 5 mil hectáreas y se prevé que estas cifras se eleven a unas 20
mil en los próximos tres años en perjuicio de los productores nacionales. Los
acuerdos contemplan además, la recuperación, expansión y consolidación de
tierras, fase 2013-2016 (Río Tiznados, Delta Orinoco, Píritu Becerra y Río
Guárico); el desarrollo del sistema de riego de Río Cenizo; y la creación de la
"Empresa Mixta Socialista Camce Venezuela para industrializar la
producción agropecuaria y su importación y exportación". Además, con la
empresa Camc Engineering se contratará la construcción de cinco complejos
azucareros, y se repotenciarán y ampliarán otros dos centrales, y se mejorará y
optimizará la producción de los centrales azucareros Sucre, Trujillo,
Venezuela, Caaez y Cazta. Asimismo, en materia de transporte la filial de China
Railway Engineering Corporation (CREC) participa en la construcción del tramo
ferroviario Tinaco-Anaco, y participa con el Estado venezolano (empresa mixta)
para ensamblar y producir vagones, y durmientes. En el área eléctrica las
empresas chinas participarán en el proyecto de instalación de medidores y en
otros planes de las redes de distribución desde el Bajo Caroní.
La dinámica de la economía de China ha
empezado a superar las barreras geográficas de ese país, mediante una agresiva
estrategia imperial de conquista de mercados y áreas de inversión en otras
latitudes. Más que emancipación y soberanía el fachochavismo nos ha llevado a
una nueva modalidad de dependencia, de entrega del país al imperio asiático. El
feroz capitalismo chino mediante la exportación de sus capitales y la
participación sus mega-corporaciones en la explotación de tierras agrícolas, en
la megaminería, en el desarrollo de infraestructura vial y medios de
comunicación, en la explotación petrolera-gasifera, entre otras áreas, buscan aprovecharse de las
enormes debilidades que existen en nuestras economías estableciendo nuevas
formas de dominación y de dependencia.
El neo-capitalismo chino ha saltado como
felino hambriento sobre nuestra economía tambaleante y colapsada con la
complicidad de una bastarda logia militar-civil corrupta y vende patria. El
grupete que “desgobierna” al país ha convertido a Venezuela en una verdadera
colonia del imperio asiático. ¿De cual patria y soberanía nacional pueden
hablar?
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