En una de sus tantas alocuciones en cadena nacional
(18/08) el anémico intelectual de Maduro, rodeado de milicos, afirmó que “pondrá autoridad y orden a niveles nunca
vistos”, y preguntó a una audiencia de eunucos y serviles que los aplaudía
“¿ustedes están viendo lo que pasó en
Turquía? “Endorgan” (entiéndase
Erdogan) se va a quedar como un niño de pecho para lo que va a hacer la
Revolución Bolivariana si la derecha pasa la frontera del golpismo otra vez”.
¿Pero quien es el personaje al cual invoca el
iletrado Maduro? Tayyip Erdogan es el presidente turco, quien al golpe de
Estado perpetrado en su contra el 15 de julio pasado (muchos sospechan que se
trató de un autogolpe) ha respondido con una ola represiva como no había conocido Europa en muchas décadas. Van más de 60 mil personas
detenidas, y de ellas 16 mil han quedado bajo arresto; se han cerrado más
de 4 mil empresas y 100 medios de comunicación; y más de 65 mil funcionarios
han sido despedidos, entre ellos miles de profesores universitarios. La gran
mayoría de los cuales no son golpistas, sino funcionarios civiles críticos o
sospechosos de ser críticos con la gestión del mandatario. Todo ello bajo la
excusa de garantizar la democracia y la paz social. Contrariamente sus medidas
autoritarias de franco corte fascista reafirman la falta de democracia en el país
turco. Su retórica y acciones son muy similares con el discurso y modus
operandi del socialfascismo bolivariano.
Vale acotar que Erdogan ha ejecutado en contubernio
con las fuerzas militares turcas una política de exterminio en contra del
pueblo kurdo en sus justas aspiraciones territoriales. Producto de esa política represiva más de 350.000 kurdos han sido
desplazadas según la Comisión de Refugiados de la ONU y de Amnistía
Internacional. Además, cerca de 8.000 combatientes del partido de los Trabajadores
de Kurdistán (PKK) han sido “neutralizados”
por las fuerzas militares según fuentes oficiales. Sin embargo, diversas organizaciones
defensoras de los derechos humanos han denunciado que muchos de esos “guerrilleros
neutralizados del PKK”, eran en realidad ciudadanos que fueron asesinados a
manos del ejército o de la policía turca. Múltiples matanzas cometidas por el
ejército turco han sido denunciadas, como la de Cizre donde murieron más
de 200 personas (incluidos niños), al asaltar las fuerzas especiales los
sótanos donde se habían refugiado de los bombardeos de la aviación turca. Lastimosamente,
la respuesta de la comunidad internacional ante las violaciones de los derechos
humanos por parte del Estado turco ha sido nula. Razones geopolíticas tal vez
expliquen, más no justifican, su silencio: Turquía ocupa un espacio de gran
importancia estratégica entre Europa y Asia, y limita con tres mares (Negro,
Egeo y el Mediterráneo) y demás es miembro de la Alianza Atlántica (OTAN). Este
es el déspota y asesino que se ha convertido en el modelo a seguir por el
analfabeta intelectual de Maduro y a quién la Canciller Rodríguez le expresó su
más absoluta solidaridad en su reciente viaje a Ankara .
El “Erdogan de Miraflores” se ha encargado de poner
en marcha la purga bolivariana. Unos cuantos trabajadores del SENIAT, de SIDOR,
de PDVSA, de Petrocasa, y de otras dependencias del Estado han sido despedidos
por haber firmado la solicitud del Referéndum Revocatorio (RR). Pero ahora los
delincuentes fachobolivarianos han confesado sus intenciones de despedir a todos aquellos empleados públicos, que
ejerciendo un derecho constitucional, firmaron la solicitud a favor del RR.
Para estos “demócratas” en las instituciones del Estado no hay cabida para el disenso
político. El capo de Cabello declaró recientemente en un acto público, el
disponer de un listado de trabajadores del Estado firmantes de la solicitud del
RR, exigiendo que deben ser despedidos en los próximos días de sus sitios de
trabajo. Consecuente con su lenguaje de matón de burdel los acusó de ser
traidores a la Patria, y responsables del hambre, la miseria, la escasez, y la
inseguridad a la que están sometidos los venezolanos. Definitivamente para los
voceros del hamponato oficialista la miseria intelectual y el cinismo no tienen
límites. Por su parte el perturbado de “Jorgito” les dio un ultimátum de 48
horas a los trabajadores firmantes de la solicitud del RR para que pongan sus
cargos a la orden. La persecución en contra de los trabajadores demuestra el
carácter fascista del proyecto bolivariano.
Tales anuncios constituyen una violación flagrante
de nuestra Carta Magna (Art 87) y de los Derechos Humanos consagrados en la declaración
de la Organización de las Naciones Unidas. Sin embargo, no ha habido ningún
pronunciamiento por parte del Defensor del Pueblo o de la Fiscal General de la
Republica. Solo una declaración timorata de Mr. músculo. Ello ya no nos sorprende.
Son integrantes de esa jauría de fariseos, de minusválidos fanatizados al
servicio de un Estado militar que aplica un terrorismo de Estado sin cortapisa
alguna, violando los derecho humanos de miles de venezolanos.
Lamentablemente sectores políticos de izquierda que
se llenaron de gloria en su lucha contra las violaciones de los derechos
humanos durante los gobiernos de AD y COPEI hoy asumen una afonía cómplice y
despreciable ante los desmanes de una pandilla de asaltantes que violentan los
más elementales derechos humanos. Se han transformado en verdaderos monaguillos
del servilismo y la genuflexión.
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