El ungido de Maduro
y banda de estafadores ideológicos han proseguido con su perorata sobre el
carácter socialista y antiimperialista de su proyecto político. Sin embargo, su
"Socialismo del siglo XXI" apunta más bien hacia un vulgar y perverso
capitalismo de estado explotador y entreguista, el cual fomenta la
profundización de las relaciones de producción capitalista. Ello no sorprende
dado los visos bonapartistas y populistas que alimentan al fachochavismo.
El antiimperialismo del
régimen no pasa de ser "declarativo". Se reduce a críticas a Mr. Obama
y otros personeros del gobierno de la Casa Blanca. Pero al mismo establece
alianzas privatizadoras con el capital transnacional dedicado al extractivismo gaso-minero-petrolero
mediante la conformación de empresas mixtas (transnacionales-Estado)
comprometiendo nuestra soberanía. El proyecto bolivariano ha impulsado desde la
llegada al poder un modelo
primario exportador (extractivista), lo que ha venido acompañado de una sistemática
desindustrialización, la penetración renovada del capital extranjero,
principalmente de las multinacionales imperialistas, asi como la depredación
criminal del medio ambiente. Con la profundización del extractivismo hemos retornado a
la economía de enclave -un concepto que se creía enterrado en la y que hace
unas décadas sonaba como un anacronismo-, en donde las inversiones extranjeras
que se implantan en el territorio nacional operan con la mirada puesta no en el
mercado interno sino en el mercado mundial. Para los
desmemoriados, vale recordar que durante el gobierno del ya fallecido tte
coronel se entregó la exploración y la explotación del gas de la Plataforma
Deltana a las empresas: Chevron-Texaco, British Petroleum (BP), Exxon-Mobil,
Statoil por el lapso de 30 años (Palacio de Miraflores, 2004). Igualmente
adjudicó tiempo después a la Chevron-Texaco y a la Gazprom, los derechos de
exploración y explotación de gas natural en el Golfo de Venezuela por un
período de 30 años (2005). Y más recientemente la activación del Arco Minero del Orinoco, una “zona franca
minera” creada durante el mandato del tte coronel y contemplada en la Plan de
la Patria (aunque algunos fanatizados lo olvidan o lo desmienten). Espacio
territorial que se le ha cedido a más de 130 empresas, entre ellas a la canadiense
Gold Reserve. Estas empresas gozarán de la exención de pago del impuesto sobre
el valor agregado, de timbres fiscales, y municipales. Además, estarán
autorizadas para exportar y vender su concentrado y barras que contengan oro,
cobre, plata y otros minerales estratégicos fuera de Venezuela y mantener los
ingresos de tales ventas en cuentas fuera del país en moneda norteamericana. Esto aunado a la creación
de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) (13/11/2001), paraísos de
explotación capitalista salvaje en el territorio nacional, cuya soberanía
será cedida al control del inversionista extranjero. Ejemplar
antiimperialismo.
Resulta irónico e indignante que detrás de este falso
discurso antiimperialista y soberano se gesta una política genuflexa y
antinacional que persigue la entrega de nuestros recursos al capital
extranjero. Estamos en presencia de un malévolo proceso de desnacionalización
neoliberal de las actividades medulares de la industria petrolera y de minería iniciado
por el tte coronel y continuado por el ungido de Maduro.
La creación de estos
enclaves de extracción de minerales e hidrocarburos ha venido acompañada de la
militarización de esos territorios, desmejorando la garantía de los derechos
humanos, así como la expulsión de los residentes genuinos de la zona (pueblos
originarios) como ha venido ocurriendo en el Arco Minero del Orinoco.
Es decepcionante ver a comprometidos militantes de la
utopía y de la soberanía nacional terminar reptando frente a esta farsa ideológica.
Desencanta constatar como soñadores del ideal revolucionario hayan terminado en
vulgares aduladores de la bota militar y cómplices de la desnacionalización del
país.
Este es el auténtico
rostro del "antiimperialismo del siglo XXI". Más allá de ondear
falazmente las banderas del socialismo el iletrado Maduro al igual que
comandante insepulto son los continuadores del proyecto de dominación
explotador y excluyente. El anti-imperialismo bolivariano es quizás el mejor
ejemplo de la hipocresía y falacia ideológica.
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