Tuesday, August 15, 2023

El socialismo del siglo XXI: una narrativa falaz

El tte coronel llega al poder (1998) con un relato político basado en los pensamientos de Bolívar, Rodríguez y Zamora y en lo económico reivindicando un capitalismo con rostro humano (capitalismo renano-social), para luego identificarse con la propuesta de “La Tercera Vía” de Tony Blair. En su mimetismo ideológico, se autodefinió como zapatista, villista, seguidor de Cristo, José Martí, Perón, Omar Torrijos, Juan Velasco Alvarado y Fidel Castro. Sin embargo, para su proyecto autoritario, expropió semánticamente la palabra socialismo para darle forma a su desvarío despótico. Coartada narrativa que bautizó como socialismo del siglo XXI (25/2/2005), la cual le ha servido como un estandarte falaz en tiempos de turbulencia política. 

La narrativa socialismo del siglo XXI es de corte bonapartista-plebiscitaria y representa una de las mayores falsificaciones históricas de nuestro tiempo. Se trata de una coartada ideológica y militarista orientada a legitimar el más corrupto, despótico, y siniestro ejercicio de poder. Deriva autoritaria que hizo suya la vieja noción del “amigo-enemigo” doctrina originaria del jurista alemán Carl Schmitt, que criminaliza la crítica y propugna la identificación, persecución y neutralización del enemigo (entiéndase cualquiera que no apoya al proyecto político gobernante). 

Bajo el señuelo de un antimperialismo militante, el socialismo del siglo XXI ha impulsado Leyes antinacionales como las de las Zonas Económicas Especiales, la Ley Antibloqueo, la creación de las empresas mixtas, las concesiones de gas natural o el Arco Minero del Orinoco, que representan la profundización del proceso de neoliberalización del país y de entrega de la soberanía nacional. Al margen de la “retórica antiimperialista tapa amarilla” hay en marcha un proceso concertado de venta del país entre un Estado corrupto y el gran capital hambriento de mayores guanacias (Chevron-Texaco, Conoco-Phillips, Anglo American Coal, Ruhrkohle, Inter American Coal, etc.). 

El socialismo del siglo XXI acalla y reprime la lucha de los trabajadores y los somete a una perversa precarización laboral (salarios pírricos, puestos temporales, bonificaciones, etc.). Ha modificado o eliminado leyes consagradas a la defensa de los derechos de los trabajadores, ha intervenido sindicatos y ha criminalizado y judicializando las luchas sindicales (Ley sobre el Estatuto de la Función Pública, 13/11/2001). Cientos de trabajadores ha sido victimas de medidas judiciales-represivas impuestas por jueces complacientes y genuflexos al servicio del inquilino de Miraflores. Prueba de ello ha sido la reciente condena de 6 dirigentes sindicales y vecinales a 16 años de prisión. Paradójicamente, se imponen condenas severas contra seis trabajadores honestos, mientras que delincuentes de la talla de Tareck El Aissami sigue en libertad y otros como Alex Saad lo han elevado al pináculo de héroe nacional.

La construcción del modelo económico socialista bolivariano (estatismo aberrante) ha provocado que nuestra economía sea una de las más miserables del mundo con un alto índice de recesión, inflación y desempleo. Aproximadamente un tercio de la población sufre de inseguridad alimentaria o malnutrición y más del 82% vive por debajo del umbral de pobreza extrema. El mentiroso socialismo bolivariano ha provocado un incremento de los niveles de desigualdad similares a los registran países como Namibia, Mozambique o Angola. Cabe acotar, que si bien las sanciones impuestas por la Casa Blanca (que no comparto) han afectado la disponibilidad de recursos por parte régimen, no menos es cierto que la crisis económica-humanitaria-social comenzó mucho antes de la imposición de las sanciones por parte de la Casa Blanca.

En la esfera internacional, el socialismo bolivariano ha cerrado filas con los regímenes más autoritarios y criminales del planeta (Rusia, China, Siria, e Irán). Igualmente, ha apoyado la “engañosa y falaz” multipolaridad. A pesar de que el bloque de naciones impulsoras de la multipolaridad, la definen como una asociación de integración y cooperación comercial eludiendo toda definición política, en la praxis la multipolaridad representa un plan ideológico y político explícitamente antidemocrático, promovido por los autoritarismos globales como el de Vladimir Putin de Rusia, Xi Jinping de China, y Alí Jamenei de Irán. Representa una tribuna para el discurso fascista ruso, antidemocrático chino y teocrático iraní. ¿Garantiza la multipolaridad el fin del imperialismo? No, todo lo contrario, generara una multipolaridad imperialista. ¿Augura la multipolaridad el cese de la explotación capitalista? Tampoco, los actores que lo impulsan mantienen relaciones de producción tan capitalista como lo que dicen confrontar, pero aderezados con poderes absolutos, obediencia ciega y sumisión. 

El socialismo bolivariano representa un lastre militarista, estatista, antiobrero y represor que recurre a la fraseología izquierdista como simulación ideológica y estrategia de supervivencia. La pobreza, la marginación y la exclusión social no han desaparecido, sino que se han agudizado.


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